sábado, 11 de abril de 2009

¡Qué olor! - Poesía

El emperador
era un roedor

que brillaba
por su esplendor
y cumplía con su labor.

Él tenía mucho valor
hasta que un día
por su olor.

no pudo continuar
como trabajador.

Pobre emperador
hubo que regalarle
un jabón.


Juana Caló



Taller Literario Municipal "Lápices Inquietos"
Libro "Para no molestar a la siesta"
Puerto Madryn 2008

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