Las abuelas son bastante molestas, como la abuelita de Pepa, mi mejor amiga, que siempre le pide que le limpie la dentadura, que le cambie de canal y hasta le suele pedir que la acompañe al baño.
La mía a comparación de la de ella, no es para nada molesta.
No es molesta pero es bastante gorda, orejuda, peluda y con las uñas que le llegan hasta el suelo. Yo siempre le digo:
-¡Abuela cortáte las uñas! Y ella me responde siempre la misma respuesta:
-¿Querés que te cuente un cuento de brujas?
Y yo le tengo que decir que sí, porque sino se larga a llorar y dice que no la quiero. En otras palabras hace un berrinche y me empieza a contar el cuento con el mismo principio: “Las brujas como los brujos eran muy buenos…”, pero en la mitad de la historia se queda dormida.
Y bueno, así es mi abuela.
Martina Azurro
Taller Literario Municipal "Lápices Inquietos"
Libro "Para no molestar a la siesta"
Puerto Madryn 2008
Libro "Para no molestar a la siesta"
Puerto Madryn 2008
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